jueves, 21 de marzo de 2013

2013




Tardan más tiempo en perder energía, a la par que reducen el tiempo de recarga. Es posible que en unos años tengamos a nuestra disposición baterías no solo más pequeñas, si no con una autonomía y vida útil muchas veces superiores a las que tenemos ahora. Y es que ¿quién no se ha quedado sin batería en el teléfono/ordenador en el peor de los momentos? ¿Cuántas veces has tenido que tener cuidado con el rendimiento de un equipo por temor a que la batería se agotase rápidamente?
A todo esto hay que sumarle que los equipos cada vez requieren más energía y durabilidad, con procesadores y funciones que consumen la batería mucho más rápido que hace unos años, con gráficos que necesitan energía para moverse y con dispositivos cada vez más minimalistas.
Personalmente espero que estas innovaciones lleguen pronto a salvarnos de las continuas visitas al enchufe.


Desde Compunoticias siempre tenemos como máxima la seguridad informática de los usuarios, sobre todo en los tiempos que corren, donde métodos como el Phishing(suplantación de identidad) o los Keyloggers (donde intentan captar las pulsaciones de teclado para captar contraseñas) han tomado la iniciativa a la hora de dañar la integridad y la seguridad de los datos del usuario final.
Kaspersky, compañía experta en seguridad, ha elaborado un informe gráfico en el que se podéis ver la situación actual sobre la actividad informática de carácter fraudulento que se realiza.

LAS LECCIONES DE PRIVACIDAD DE
La mayor parte de los quebraderos de cabeza y disgustos en la red social tienen que ver con la privacidad. Dentro del servicio lo saben, de ahí que gran parte de sus esfuerzos se centren en mejorar este aspecto.
Baste con recordar cómo el pasado mes de septiembre, con la implantación de los nuevos perfiles, hubo una rebelión de usuarios al descubrir que conversaciones entre muros eran fácilmente accesibles solo con consultar el archivo cronológico.
Se evidenciaba así que con el paso del tiempo la percepción de la privacidad por parte de los usuarios había cambiado de manera notable. Una conversación personal en el muro no se concibe en estos momentos. No se trataba de un fallo de seguridad, sino de inexperiencia. Entonces Facebook dijo que los usuarios no estaban usando de manera correcta el servicio. Tenían razón pero a la vez es duro culpar a mil millones de clientes de un error de comunicación.
Antes de tener una nuevo estallido de usuarios, Facebook ha organizado un encuentro con Richard Allan, responsable de privacidad en Europa, expuso cómo a lo largo del tiempo la privacidad ha pasado de ser una opción que ajustar en la parte superior izquierda del perfil, a encontrarse en todos y cada uno de los objetos del perfil. “Antes eran necesarios cinco clics para decidir quién podía consultar alguna publicación. Ahora la privacidad está integrada en el diseño”, insistió, “tanto en el móvil como en el escritorio”.
Ahora la privacidad está integrada en el diseño
Sin embargo, la versión móvil no permite algo tan habitual como quitar una etiqueta de una foto.
Permite tanto desactivar como borrar el perfil. La desactivación permite algo así como darse de baja durante un tiempo, pero después se vuelve con todo tal y cómo estaba. El borrado es permanente, aunque con sus matices. En caso de arrepentimiento o error, hay dos semanas para arreglarlo. “Podría darse el caso de que no se cerrase el perfil en un ordenador público y un amigo gastase una broma de mal gusto, o que se tome una decisión precipitada”, aclaró. Después de 90 desaparece por completo el perfil, no queda rastro. ¿Por qué tres meses para que la información deje de estar en sus servidores? “Por motivos legales. Lo tenemos que guardar por si hace falta para alguna investigación”, respondió haciendo referencia a que alguien podría borrar su perfil con intención de ocultar un delito.
En caso de querer irse de Facebook sin perder los datos, fotos y comentarios, existe la opción de descarga del perfil en un archivo comprimido que permite consultarlo en el navegador.
Instagram, la popular aplicación de retoque de fotos, comprada por Facebook, ha protagonizado su último disgusto. Los cambios en los términos de uso, que permitían el uso de contenido con fines comerciales sin remunerar a los creadores, dieron la vuelta al mundo en diciembre. “Se trataba solo de una actualización de las reglas, como pasa en el resto de empresas. Las normas son similares a las de cientos de servicios”